Los orígenes
de esta guerra se encuentran en 1805, cuando los ingleses ocuparon la Ciudad
del Cabo, en manos de colonos de origen holandés, conocidos como boers. Siglo y medio antes, en 1652, la Compañía Neerlandesa de
las Indias Orientales, había levantado una fortificación en El Cabo, en torno a
la cual creció la ciudad. Diez años después de la ocupación inglesa, el
congreso de Viena (1815) les entregó este territorio. A partir de entonces, los boers vivieron bajo administración
inglesa, la que introdujo el inglés como lengua oficial, lo que provocó
agitaciones y problemas.
La llegada de
colonos ingleses obligó a la marcha de los boers, hacia el interior del
continente (Trek o emigración), cruzando los ríos Vaal y Orange. Fueron más de
10.000 familias las que efectuaron la "gran Trek", en 1837.
Como consecuencia de ello, los trekkers crearon las repúblicas de Transvaal y
Orange. Sin embargo, el expansionismo inglés, siguió avanzando y tomó el
control de la ciudad de Natal.
Entre 1852 y
1854, los ingleses admitieron la existencia de las dos repúblicas,
interrumpiendo su agresiva penetración hacia los territorios del interior. Ello
hasta que se descubrieron riquezas diamantíferas en sus tierras.
En 1877, la
Gran Bretaña proclamó su soberanía sobre Transvaal, lo que provocó la resistencia
de los colonos boers.
Después de algunos combates adversos a los ingleses, terminaba la primera
guerra boer con un nuevo reconocimiento de la
independencia y soberanía de ambas repúblicas. Sin embargo, Inglaterra no
cejará en su intento de ocupar aquellos territorios.
La guerra.
Así, en 1884,
cuando se descubrió oro en Transvaal, el imperio británico fomentó la entrada
de aventureros sin escrúpulos que provocaron desórdenes en las repúblicas boers. La situación de tensión
llegó a tal extremo que, en 1899, el Presidente de Transvaal, Paul Kruger, para
mantener a raya las pretenciones inglesas, puso medidas restrictivas para la
concesión de los permisos de explotación a los ingleses. La tensión aumentó a
tal nivel, que la guerra no tardó en desencadenarse.
Los boers invadieron las colonias británicas de
El Cabo y Natal, poniendo cerco a Ladysmith, Mafeking y Kimberley, donde
derrotaron a una fuerza expedicionaria inglesa. La ofensiva británica fue
detenida en Colenso donde unos pocos miles de boers,
casi sin artillería, diezmaron a una columna de 80.000 ingleses. Al mismo
tiempo un pequeño ejército boer penetraba en la provincia de El Cabo
derrotando a los ingleses en Stomberg.
Conmocionados
por las derrotas, los ingleses comenzaron a acumular tropas y cañones. Para
oponérseles, los boers apenas tenían artillería y estaban
escasos de municiones. En tres frentes los ingleses iniciaron la ofensiva, sólo
para sufrir una nueva derrota en Spionkob. Pero, en febrero de 1900, lograron
su primera victoria en Paardeberg y ocuparon Orange. En junio de 1900 invadían
Transvaal y derrotaban a los boers en Diamond Hill y Belfast. La guerra
se convirtió en una guerra de guerrillas, donde los boers, faltos de munición y
provisiones, terminaron por rendirse en 1902. Las dos repúblicas quedaron
incorporadas a la Corona Británica.
Los campos de concentración y las
deportaciones.
La guerra
había costado a Inglaterra 22.000 muertos y una gran humillación a su orgullo
de potencia colonial. Como consecuencia de ello, gran parte de la población
civil boer fue sometida a durísimos campos de
concentración. Lo prueba la cifra de muertos en cautiverio, cerca de 28.000
personas, en circunstancias que apenas 7.000 murieron en
combate. Efectivamente, al terminar la guerra, unos 154.000 civiles boers habían sido detenidos en 33 enormes
complejos, formados por casuchas y carpas, a cargo de un superintendente, un
doctor y unas pocas enfermeras. Entre ellos, los más renombrados fueron los
campos de Norvalspon, Potchefstroom, Pietermaritzburg y Bloemfontein. El tifus
y la disentería, obviamente, cobrarían muchas víctimas entre esas mujeres y
niños, calculándose que provocaron unos 20.000 muertos.
A ellos se
sumaron varias decenas de miles de prisioneros, que volvieron a la vida civil
completamente devastados en cuerpo y alma. Muchos de aquellos prisioneros,
junto a sus familias, fueron deportados a lugares tan distantes del
conflicto como el Caribe o la India. Algunos de ellos, después de viajar de
regreso a Holanda, llegaron también a Chile. Además, junto a la población
blanca, otros 107.000 boers de raza negra, fueron recluidos en
alrededor de 100 distintos, con una cifra de mortalidad que varió, según las
fuentes, entre los 7.000 y los 13.000.
Bajo la
Comunidad de Naciones, en 1909, se aprobó la Constitución de un Estado
federativo, y poco después, pasaron a convertirse en provincias de esta Unión
las colonias inglesas de El Cabo de Buena Esperanza, Natal, Transvaal y el
Estado Libre de Orange, conformándose lo que se llamó Unión Sudafricana (1910).
Durante la Primera Guerra Mundial los boers intentaron recuperar la
independencia del Transvaal, sin conseguirlo. En el año 1961, la federación se
independizó de la Mancomunidad británica y cambió el nombre de Unión
Sudafricana por el de República Sudafricana.
La República
Sudafricana se caracterizará por su sistema de segregación racial, que
marginará a los negros de todos los derechos políticos, estableciendo la
supremacía de la minoría blanca, régimen que fue repudiado por las Naciones
Unidas. La represión contra la mayoría negra, solo terminó con el derrumbe del
sistema deapartheid,
en los años 1990, cuando se realizaron negociaciones que permitieron elecciones
libres, asumiendo como Presidente de la República el líder de la resistencia
negra Nelson Mandela.
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